Todo suspendido en un mísero silencio.
Un frío que congela hasta los huesos.
Un viento que me grita que te quiero.
Un frío que congela hasta los huesos.
Un viento que me grita que te quiero.
Cuando hoy, muero por tus besos,
esos besos, que no tienen remedio.
Cuando el corazón es más sincero,
te pierdo en medio del mundo entero.
el espacio que me queda.
Cómo no sentir, que mis labios se aprietan,
cuando quieren abrirse.
Tengo mi mente, en donde no debo.
Al fin, al fin voy a tocar el cielo,
Pero lo prohibe tu infinito veneno.
Sin embargo, a mi inútil cobardía me aferro.
Te traté como algo renovable, y hoy,
me doy cuenta, que eres una pieza irreemplazable.
El único consuelo que me queda
es conciliar este maldito sueño,
y pensar que algún día miraremos el mismo cielo,
como si tuviéramos, infinito el tiempo.
es conciliar este maldito sueño,
y pensar que algún día miraremos el mismo cielo,
como si tuviéramos, infinito el tiempo.
