jueves, mayo 10, 2007

Julio Cortázar,

debe ser el hombre más precavido, calculador y cuidadoso de toda la historia.
El sólo hecho de imaginar qué pensaba durante sus tareas rutinarias, me llama mucho la atención.

Una pieza perdida del rompecabezas *fecha de origen: perdida*

Él y ella siempre soñaron con lo mismo. Ansiaban aquel día llegara pronto y que nada, ni siquiera el tiempo lo dejara pasar. Querían que cada segundo fuera eterno. Pero la magia, en este caso, no existe. Las cosas son como tienen que ser y no las podrán cambiar. ‘Tal vez no era el tiempo’ pensó ella. ‘Quizás ya es muy tarde’ pensó él. Pero aún así un fuerte lazo los mantenía vivos. Pero, qué podría ser aquella felicidad tan grande que sentían al saber que ellos existían, y al mismísimo tiempo, los desganaba y derrotaba, dejándolos hundidos en espesas aguas y con noches interminables, en las cuales, el pestañear de cada uno, era el sueño del otro.
Ellos sabían muy bien en donde estaban, cual era la realidad en ese momento.
Pensaban juntos: ‘¿De qué me servirá respirar si no estas?’

Eres tan mía. Tu sonrisa y tus detalles, tu sombra y tu ausencia, cada cosa tuya la siento tan mía, que no podría negarte una espera eterna, en aquel lugar desconocido, que sólo tú y yo conocemos. Aquel lugar que sólo nosotros podemos alcanzar volando juntos y podemos recorrerlo eternamente. Pero si no estás aquí… si no estás aquí, entonces yo…

Yo moriría con saber que no volveré a tus brazos más. Por que tú eres el hombre que gano la batalla, tú eres aquél que con sólo su mirada y encantos conquistó hasta el rose del viento en mi vestido. Y si me queda otro sueño incompleto, confiaré que tú en tus sueños lo has terminado con un final feliz. Pero sin ti, sin ti el miedo que me llena cae como ríos en el jardín de mis manos y con nubes de algodón es secado, para no dejar rastro. Y ni que escucharas mi voz temblorosa, implorando tus manos por que entonces, no regresarías…

Regresaría a ti aunque me odies…

Deberías odiarme…

Yo nunca podría quererte de una forma distinta…

Seguramente con él tiempo, tus sentimientos cambian…

Siempre voy a estar aquí, en lo mismo…

Pero los míos nunca por ti…