jueves, abril 26, 2007

La carta decía que algún día volverías por mí y pareciera que las palabras las escribiste tú. Es tu pulso, es tu tinta, es la misma hoja en la que escribiste tu primera carta, en la que te dirigías a mí con esa delicadeza que sólo tu sabes dar y…
Y cuando vuelva podremos ir de nuevo a la plaza y escuchar el roce de las hojas entre ellas con el viento como tanto te gusta. Podremos espantar a las palomas para que vuelen lejos de la pileta, el agua salpique por todos lados y luego nos sentemos y queden las gotas marcadas en tu falda por detrás. Podremos ir a robar los duraznos de la vecina y comerlos bajo el puente cuando haga mucho calor y tirar los cuesquitos al río.
Sabes que te extraño mucho, aquí la vida es dura y he trabajado bastante sólo para volver a verte, porque eres mi motivación de cada día. Cuando llegue, nos casaremos enseguida, así que espérame lista, con ese vestido azul que usabas el día que nos conocimos, el cual a mi tanto me gusta y tus zapatos blancos. Péinate bien y amárrate el pelo, porque llegaré en esos días que hará mucho viento, así que no costará mucho adivinar cuando. Escoge una rosa, cual tú quieras, el color que quieras y el tamaño que quieras, y ponla en tu pelo, ya que tu suave color, resalta aún más con cualquier flor. Las horas aún se hacen eternas y he decidido gastar mi vela para escribirte y mañana temprano ver como esta carta vuela camino a casa, a donde estás tu esperándome, y deseo con todo mi corazón…
Mi corazón no sabe ya cuando podré dormir en paz, y cuando será el día en que las puertas del pueblo se abran y seas tu el que llamaba con tanto apuro, y no el hombre de las cartas. Si pudiera pedir un deseo, sería saber bajo que estrella te encuentras para correr esa misma noche y traerte de vuelta, porque la falta que me haces es inmensa y llena mi corazón y lo vacía sin vergüenza. Y me pregunto una y otra vez, qué hubiéramos hecho de día de hoy si no te hubieras ido lejos…
Si no me hubiera ido lejos, te juro que hoy hubiera robado un caballo y te hubiera llevado a lo más lejano del prado, hubiéramos comido manzanas bajo un árbol y hubiéramos jugado con las nubes, el caballo se habría escapado, porque olvidamos atarlo y hubiéramos vuelto a pie viendo como atardece, porque el atardecer de hoy, hermoso como todos, me recordó más tu belleza que los días que han pasado…
Y estos días que han pasado, me recuerdo de ti sin descanso, porque el cielo se está cerrando, la Luna está apareciendo, llega la noche y no estás en mi balcón encaramándote en las ramas sólo para llegar a mi ventana y besarme…
Y besarte en tu balcón ya no es hazaña, porque el vacío que siento al no verte, es mi batalla diaria, que ni el más grande ejército de mil reyes podría superar la vela se acaba y yo te amo más que ayer, y no llores al leer esto porque volveré…
Porque volveré a sentir tus labios y tus manos, seré feliz. Y es que tus manos llenan todo lo que palpas, aún la siento en mi hombro.

miércoles, abril 25, 2007

Que reconfortante era verte descansar ahora.
Miraba tu figura quieta y precisa. Me la imaginaba tal cual la había conocido hace casi diez años. Sólo un por una par de canas, el grueso bigote y algunas arrugas en tu cara, marcaban la diferencia.

Todo estaba calmado, oscuro y con el grueso frío en los vidrios, que no dejaban escapar ni un soplido, parecía que la respiración se escuchaba más fuerte.
De la ventana, la luz de la noche, le daba un deslumbrante color azul a la copa que yacía junto a nuestro lecho. Podría seguir mirándote de por vida, y rescatar todo aquello que me enamoró de ti y guardarlo para siempre; borrar las cicatrices y moretones que sin querer me dejaste y cantarte algo tierno, sin necesidad de callar otra vez.

Te miraba descansar, y de repente mis ojos se llenaban de melancolía. El frío llenaba cada vez más tu cuerpo en reposo, por lo que sólo me sugerí cubrirte con nuestras sabanas blancas que había puesto esta mañana en la cama, sólo para que tu sueño fuera muy placentero.

Al pasar de las horas, me dediqué a limpiar el piso. Costó mucho sacar el barro del encerado. Cómo odiaba que llegaras a casa con los zapatos embarrados y esperaras llegar a la pieza para quitártelos. A la vez, anhelaba el momento en que desde la cocina, te podía escuchar quejumbroso por tu dolor de espalda, y con el ruido del catre, yo sabía de anticipo que tenía que tener un té de hierbas listo para ti.

Nunca me pediste las gracias. Pero nunca las necesité, porque hoy sé que sin mí, tal vez que habrías hecho.

Volvía mirarte de vez en cuando, haber, si habías cambiado de posición dentro de la cama. Mientras de rodillas lustraba el piso, veía caer mis lágrimas encima de la cera. Sentía un dolor. Sobé un poco mi abdomen y pensé, “Ya viene en camino”.

Cuando el piso ya lucía su plena limpieza, no aguanté más y sentí como su cuerpo, se movía dentro de mí y reclamaba su libertad. De un momento a otro, vi mis pies rodeados de sangre, la cual, calidamente había recorrido mis entrepiernas hasta llegar al suelo.

martes, abril 24, 2007

Alejandro Lerner










Hay algo que te quiero decir y no me animo.
Yo se que puede ser el miedo a que me digas que no,
pero hay algo en tu forma de mirar
que me lo dice todo sin hablar.
Hay algo que te quiero decir y no me animo.

No encuentro la manera de empezar contigo,
te busco por un camino que nunca he recorrido,
y se que en esa forma de mirar hay algo que me pides sin hablar.
Hay algo que te quiero decir y no me animo.

Te quiero aunque me guardes en silencio,
te quiero aunque me digas que no es cierto,
te quiero aunque no hablemos nunca de este amor,
pero hay algo que tu forma de mirar que me lo dice
todo sin hablar, hay algo que te quiero decir y no me animo.

No encuentro la manera de empezar contigo,
te miro y te sonrio como un juego sin motivo,
te siento tan dificil de alcanzar,
aunque me este acercando sin pensar,
hay algo que te quiero decir y no me animo.

Te quiero aunque me guardes en silencio,
te quiero aunque me digas que no es cierto,
te quiero aunque no hablemos nunca de este amor,
pero hay algo en tu forma de mirar que me lo dice todo
sin hablar, hay algo que te quiero decir y no me animo.

Hay algo que te quiero decir y no me animo..
Te quiero aunque me guardes en silencio,
te quiero aunque me digas que no es cierto,
te quiero aunque no hablemos nunca de este amor,
pero hay algo en tu forma de mirar que me lo dice todo sin hablar.
Hay algo que te quiero decir y no me animo.....

domingo, abril 22, 2007

sábado, abril 21, 2007

Clouds over us

Y así ha de quedar el tiempo.
Todo suspendido en un mísero silencio.
Un frío que congela hasta los huesos.

Un viento que me grita que te quiero.

Cuando hoy, muero por tus besos,
esos besos, que no tienen remedio.
Cuando el corazón es más sincero,
te pierdo en medio del mundo entero.

Cómo explicarte, el vacío que se hace,
el espacio que me queda.
Cómo no sentir, que mis labios se aprietan,
cuando quieren abrirse.

Tengo un sueño entrelazado en tu pelo,
Tengo mi mente, en donde no debo.
Al fin, al fin voy a tocar el cielo,
Pero lo prohibe tu infinito veneno.

Cuánto daría hoy, por decirte todo lo que yo siento.
Sin embargo, a mi inútil cobardía me aferro.
Te traté como algo renovable, y hoy,
me doy cuenta, que eres una pieza irreemplazable.

El único consuelo que me queda
es conciliar este maldito sueño,
y pensar que algún día miraremos el mismo cielo,
como si tuviéramos, infinito el tiempo.

miércoles, abril 18, 2007


[17.July.2006]

Quisiera gritarle al mundo, pero hoy, mi garganta se aprieta. Tiene miedo de que algo malo pase hoy. Prefiero dormir y soñar con tus dedos acariciando mi pelo. O mejor aún. Prefiero tenerte junto a mí y mirar juntos como el mundo avanza. Y nosotros... y nosotros... sólo estar. Solo querer estar. Simplemente mirarnos a nosotros mismos, mirar nuestros ojos, ser felices.
Espero encontrar algún día aquello que me haga feliz, aquello que me haga vibrar y me haga sentir la alegría, y todas esas mariposas dentro de mi...porque quiero ser feliz, quiero poder sonreír con ganas y de verdad sentir el motivo para reír.
Si, quisiera perderme de repente. Quisiera ir sola por ahí y toparme con usted.
Crear una historia loca, creer que sabemos todos sobre nosotros y en verdad no sabré ni tu nombre, todo será un cuento inventado. Inventado por el amor de ambos que se fusionará y querrá volar y manchar los ojos de todos con un rojo pasión, que los engañe, que cuando pasemos por la calle con nuestras peores caras, la gente diga "Oh pero si es un agrado verlos juntos". Quiero todo eso y mucho más. Quiero sentirte dentro de mí. Quiero ver que ocupas mi corazón. Quiero despertar en las mañanas y sólo pensar tu voz, en tu sonrisa, en tu mirada, y dormirme pensando en lo mismo y que fue el mejor día junto a ti. Que fue mejor que el anterior, y que mañana será mejor que hoy, y que a ti te pase lo mismo -pensé-.

Cuando se soltaron nuestras manos, todas esas palabras que habían llenado mi cabeza por un segundo, se convirtieron en un frió, y mi cuerpo se congeló.
Aunque pareciera que reaccionara, estaba paralizada, se sentía el sol rozando mi piel. Puede escuchar hasta el bicho más pequeño avanzando en el pasto que pisaba mientras mi ser se alejaba del tuyo, pensando que nunca te volvería a ver...pensando que si me volteaba a mirarte, estarías de espaldas también, pero mirándome, y sería la última ves que nuestros ojos se dirían ese delicado "te amo", que nos recodábamos a diario. El viento, decidió por mí, cuando arrazó con mi sombrero y lo arrastró hasta tus pies. Al comiendo no vi donde cayó. Pero antes de voltearme, me heché a llorar. Y al verte recogiéndolo, Grite y corrí a tus brazos, porque no podía dejarte. Simplemente no podía...

Hoy el destino decidió por mí. Y no estoy contigo. No te volví a ver desde ese día. Pero, ¿Qué hay con todos los sueños que creamos?, ¿Qué hay con todos los planes que decidimos juntos?, ¿Qué hay de las veces que reímos y lloramos juntos?...¿Todo eso por nada?. No lo creo.
Hoy espero. Se que llegarás. Un día tocarán a mi puerta y al abrir, te veré a ti. Más viejo, más cansado, pero con la sonrisa y la mirada de siempre que me dirán "Te busqué todos estos años.
Sabía que me esperabas, que me querías ver. Pero no sabías donde estabas. Gracias por esperar, gracias por ser quien eres, gracias por lograr que yo hiciera lo imposible."
Y amaremos todo hasta morir.

martes, abril 17, 2007

Cada vez más cerca del cielo, pero más lejos de ti. Por eso tal vez, me faltaba el aire y sentía que mi cerebro iba a explotar... podía sentir el corazón en mis manos y con mucho esfuerzo podía mover mis pies. Aquél día vi la Luna muy distinta. La vi más grande y se notaba aún más que su brillo era proyectado desde algún lugar. Cuando me volteé a mirar hacia arriba, pude ver que las nubes eran de otro mundo, el cual giraba paralelo al nuestro. Ellas no nos encerraban a nosotros, sino que a otros. Lo sentí todo tan ajeno, y tan familiar. Me gustaba estar ahí, pero pareciera que al pisar esa tierra, el tiempo de vida, se acorta más. Según lo disfrutes tú.