24.07.06

Descansa en paz y acobigate con tus alas, que te llevarán a un nuevo viaje sin dolor. Debo entender que ahora te regosijas en felicidad, y no quieres ver lágrimas en mis ojos. Debo entender que ya note duele, ni el corazón, ni tu hígado ni tus pies. Que ahora respiras otro aire al nuestro, pero que te llena por completo. Quizás no pude evitar que te fueras, pero no me siento satisfecha con mis acciones. De saber que todo pasa tan rápido...lo sé, pero nunca sabes cuando, y si te hubiera visto, si hubiera sido más atenta, si me hubiera preocupado más por el viento fuerte que pasó anoche, hubiera estado contigo anoche, y hubiera tomado tu mano por última vez. Mañana nos despedimos de tu cuerpo y tu cara "Angelica"l, pero tu alma, esos 21 gramos de los que todos hablan, se quedan en nosotros. Tus pensamientos humildes y tu alegre sonrisa que me llenaba de alegría. Se fueron tus helados de chocolate en el verano, y la comida que me gustaba, pero quedan cosas más importantes. Si algo queda literalmente en mis manos, es una piedra con forma de corazoncito que te robé un día. Te quiero como a mi madre y no te voy a olvidar. Yo quería verte, enserio y ojalá lo sepas y me visites seguido, que me hará bien. Fuiste lo mejor de mi infancia, y estuviste en los momentos que mis padre no podían estar por el trabajo...ahí estabas tú. Descansa en paz. Trataré de estar bien, por ti, no por mí. Sólo para que puedas volar, ahora que tus alas se extienden, gloriosas. Y no temo en el lugar que estes, porque si no te merecías sufrir todo lo que sufriste, y por eso te has ido, me imagino que es para que resplandezcas en placer.